martes, 26 de octubre de 2010

Ensayo sobre la Divina Comedia

Dante inicia su viaje al infierno a la mitad del camino de su vida. El infierno que nos describe esta divido en 9 círculos, los primeros 5 forman el alto infierno y los cuatro últimos forman el infierno inferior, los cuales se van haciendo más pequeños, formando una especie de continuos círculos hacia el centro de la tierra. Dante recorre estos círculos en 24 horas a pesar que parece que estuvo ahí un buen tiempo, en incluso se hace mención, en alguna parte del libro que dura más.

Dante es guiado por su maestro Virgilio, enviado por Beatriz, que le pide el favor a Virgilio de que se convierta en su guía por el paso del infierno, purgatorio y el cielo. Dante se encuentra confundido en un bosque el cual describe como un bosque sin vida, lleno de oscuridad y de suspenso. Aparece pues frente a el una pantera (lujuria), una loba (avaricia) y un león (soberbia y ambición) que le da inicio a su recorrido, ya que aquí aparece su maestro Virgilio y lo ayuda a sobresalir del peligro del bosque.

Aquí es cuando Dante y Virgilio recorren el bosque lleno de pozos, despeñaderos, pantanos y demás. Dante y Virgilio entran al primer círculo del infierno, donde dante observará y nos describirá muchos aspectos y características del mundo infernal.

En el primer círculo, es el Limbo, Aquí Dante conoce y ve a las personas que no están bautizadas, también conoce a muchos filósofos y sabios poetas del mundo antiguo que se encuentran en esta parte del infierno, aquí Dante conoce el Aqueronte (río del infierno), al barquero Caronte, con el cual tienen una pequeña disputa, la cual Virgilio, con su toque de magia, del cual se le reconoce, lo hace calmar, también Virgilio le comenta que ya han sido sacado se ahí el rey David, Noé, Abel y Raquel.

En el segundo círculo predominan los lujuriosos y personas que pecan utilizando el amor para bienes propios. Aquí aparece Minos que era rey de Creta, el cual presidía el infierno, dictaba sentencia a los condenados con los giros de su cola, señalando a que círculo debería de ir, también encuentra a muchos reyes que fueron lujuriosos y a la vez utilizaron el amor para sacar provecho, como Cleopatra.

El tercer círculo esta lleno de soberbios y envidiosos, dice Dante que es el lugar de lluvia eterna, maldita y fría aquí aparece Cerbero que es un pero de tres cabezas las cuales simbolizan a la voracidad insaciable, lo describe con barba grasienta y negra, el cual es calmado por Virgilio, también Dante se topa con Ciacco, el cual dice estar ahí por la insaciable gula, pero dice haber vivido en la ciudad de Dante, Florencia, el cual pide a Dante limpiar su reputación allá arriba y le pide también que busque a algunos amigos que se encuentran todavía más profundo en el infierno.

Aquí en el cuarto circulo Dante se mezcla con avaros y pródigos, lo preside el gran enemigo de la humanidad, el rey de la riqueza, Pluto, entre ellos mismos hay choques y peleas. También aquí aparecen los papas y cardenales que con el dinero de la iglesia se hicieron avaros, se encuentran bajo un manantial de aguas obscuras, pantano.

En el quinto círculo están los orgullosos, los herejes, los libres pensadores y materialistas. Aquí se encuentra la ciudad de plutón rodeada de una laguna de aguas espesas, esta la puerta de la ciudad cerrada por una puerta de hierro. Aquí se encuentra con las feroces Erinias, que buscan cobrar venganza con Dante y Virgilio, evocando a Medusa, para que los convirtiera en piedra.

Durante el sexto círculo Dante observa como los herejes están en sepulcros de fuego como en un tipo de castigo (ya esta en la ciudad de Dite), Dante es informado por Farinata sus infortunios y desdenes que tendrá durante su recorrido, pero Virgilio su maestro estará ahí para guiarlo.

El séptimo círculo esta vigilado por minotauro. Este circulo esta divido en tres círculos llenos de piedra y rodeados por un río inmenso de sangre. Cada uno de estos círculos tiene almas que corresponden a cada uno de ellos por ejemplo los espíritus malditos, que están divididos en tres: violentos - aquellos que pueden violentarse contra Dios, contra otros y contra ellos, injuriosos y usureros (homosexuales), aquí se encuentra el flegotonte donde hierven los violentos y también los centauros, comandados por Quirón, Neso los guía por aquel círculo, donde incluso ven a Atila.

En el octavo círculo se encuentran los fraudulentos. Ahí está Malebolgue (mala bolsa), nombre que Dante utiliza para nombrar este círculo, también se forma por 10 fosas las cuales tiene un determinado tipo de alma en cada una de ellas, ve escenas horrorosas y Dante tiene problemas para pasar por aquí ya que esta a punto de entrar al último círculo (la primera, de los rufianes y los seductores y la segunda, de los aduladores y los cortesanos. Tercera fosa del octavo círculo: Los simoníacos. Cuarta fosa del octavo círculo: Los adivinos, aquí Virgilio explica a Dante el origen de "Mantua". Quinta fosa del octavo círculo: Los que trafican con la Justicia; están sumergidos en pez hirviendo. Los demonios atacan a los poetas, Dante y Virgilio, en el Infierno grotesco. Sexta fosa del octavo círculo: Los hipócritas; soportan capas de plomo dorado. Séptima fosa del octavo círculo: Los ladrones, mordidos por serpientes. Predicciones de Vanni Fucci de Pistoia contra Florencia. Octava fosa del octavo círculo: Los consejeros, hechos llamas. Aquí explican el trágico fin de Ulises. Novena fosa del octavo círculo: Los escandalosos, cismáticos y herejes, acuchillados. Suplicio de Mahoma y otros. Décima fosa del octavo círculo: Los charlatanes y falsarios, cubiertos de lepra)

. Aquí encuentran a Gerión, que es el símbolo del fraude, el cual los ayuda para pasar de aquel círculo. Aquí también tiene el enfrentamiento con los demonios.

En el noveno círculo se encuentran los traidores. En la entrada como dos grandes torres, se encuentran los gigantes Ticio y Tifeo, los cuales lucharon en contra de Júpiter y fueron vencidos. Dante tiene una pelea con Bocca degli Abati, que era un florentino traidor de los güelfos. En él se encuentra el constructor de la torre de babel que impidió al mundo hablar la misma lengua. Dante y Virgilio se topan con lucifer el príncipe de las tinieblas. Éste es el peor de los círculos y el más temeroso ya que se describe a lucifer con medio cuerpo fuera de la superficie glaciar y masticando a Judas. Éste también se divide en 4, que son: Primer recinto del noveno círculo, la caína: Los traidores a sus parientes. Segundo recinto del noveno círculo, la Antenora: Los traidores a su patria. El suplicio por el hielo. Tercer recinto del noveno círculo, la Plotomea: Los traidores a sus amigos y huéspedes. Cuarto recinto del noveno círculo, la Judesca: Los traidores a sus bienhechores. Judas y Lucifer.

Al finalizar, Dante junto con el maestro Virgilio siguen el camino donde ven de nuevo las cosas bellas que muestra el cielo.

video paraiso

AQUI ESTA EL VIDEO QUE PUEDE AYUDARLES PARA TENERLO MAS CLARO

http://www.youtube.com/watch?v=bys2VlWJhvU

resumen:

Libre de todo pecado, Dante puede ascender al Paraíso, lo que hace junto a Beatriz en condiciones que desafían las leyes físicas, encadenando milagros, lo cual es más bien natural dado el lugar en el cual se desarrolla el poema. Dentro del recorrido será de hecho de gran importancia que el nombre de Beatriz signifique "dadora de felicidad" y "beatificadora", pues en esta sección de la Comedia ella releva a Virgilio en la función de guía. En efecto, a través de este personaje, el autor expresa en los treinta y tres cantos de la sección varios razonamientos teológicos y filosóficos de gran sutileza.

Sin embargo, el poeta expresa desde un principio la gran dificultad que significa transmitir el recorrido emocional y físico de trashumanar, es decir ir más allá de las condiciones de la vida terrena. Sin embargo, confía en el apoyo del Espíritu Santo (el buen Apolo) y en el hecho de que pese a sus falencias, su esfuerzo descriptivo será emulado y continuado por otros (canto I, 34). En la introducción del canto II, el autor reitera que para entender las alegorías de la obra es indispensable tener de antemano muy amplios conocimientos en las materias que se van a tratar (II, 1-15).

El Paraíso está compuesto por nueve círculos concéntricos, en cuyo centro se encuentra la tierra. En cada uno de estos cielos, en donde se encuentra cada uno de los planetas, se encuentran los beatos, más cercanos a Dios en función de su grado de beatitud. Pero las almas del Paraíso no están mejor unas que otras, y ninguna desea encontrarse en mejores condiciones que las que le corresponden, pues la caridad no permite desear más que lo que se tiene (II, 70-87). De hecho, a cada alma al nacer Dios le dio cierta cantidad de gracia según criterios insondables, en función de los cuales gozan aquellas de los diferentes grados de beatitud. Antes de llegar al primer cielo el poeta y Beatriz atraviesan la Esfera de fuego.

Canto de la Luna

, se encuentran quienes no cumplieron con sus promesas (Angeli), como la madre de Federico II, Constanza I de Sicilia. En el segundo, el de Mercurio, residen quienes hicieron el bien para obtener gloria y fama, pero no dirigiéndose al bien divino (Arcangeli). En el tercero, de Venus, se encuentran las almas de los "espítitus amantes" (Principati). En el cuarto, del Sol, los "espíritus sabios" (Potestà). En el quinto, de Marte, los "espíritus militantes" de los combatientes por la fe (Virtù). En el sexto, de Júpiter, los "espíritus gobernantes justos" (Dominazioni).

En el séptimo cielo, de Saturno, de los "espíritus contemplativos" (Troni), Beatriz deja de sonreír, como lo había hecho hasta entonces. Desde ese punto en adelante su sonrisa desaparece, pues por la cercanía de Dios su luminosidad resultaría imposible de contemplar. En este último cielo residen los "espíritus contemplativos". Desde allí Beatriz eleva a Dante hasta el cielo del las estrellas fijas, donde no están más repartidos los beatos, sino las "almas triunfantes", que cantan en honor a Cristo y María, a quien Dante alcanza a ver. Desde ese cielo, además, el poeta observa el mundo debajo de sí, los siete planetas, sus movimientos, y la Tierra, muy pequeña e insignificante en comparación con la grandeza de Dios (Cherubini). Antes de continuar Dante debe sostener una especie de "examen" de Fe, Esperanza, Caridad, por parte de tres profesores particulares: San Pedro, Santiago y San Juan. Por lo tanto, después de un último vistazo al planeta, Dante y Beatriz ascendieron al cielo, el Primo Mobile o Cristallino, el cielo más externo, origen del movimiento y del tiempo universal (Serafini).

Canto XXXI. Llegada del protagonista al Empíreo. Por Gustave Doré.

En este lugar, tras levantar la mirada, Dante ve un punto muy luminoso, rodeado por nueve cículos de fuego, girando alrededor de ella; el punto, explica Beatriz, es Dios, y a su alrededor se mueven los nueve coros angelicales, divididos por cantidad de virtud. Superado el último cielo, los dos ascienden a el Empíreo, donde se encuentra la "rosa de los beatos", una estructura en forma de anfiteatro, en el cual, sobre la grada mas alta está la Vírgen María. Aquí, en la inmensa multitud de los beatos, están los más grandes de los santos y las figuras más importantes de la Biblia, como San Agustín, San Benito de Nursia, San Francisco, y también Eva, Raquel, Sara y Rebeca.

Desde aquí Dante observa finalmente la luz de Dios, gracias a la intervención de María a la cual San Bernardo (guía de Dante de la ultima parte del viaje) había pedido ayuda para que Dante pudiese ver a Dios y sostener la visión de lo divino, penetrándola con la mirada hasta que se une con él, y viendo así la perfecta unión de toda la realidad, la explicación de toda la grandeza. En el punto más central de esa gran luz Dante ve tres círculos, las tres personas de la Trinidad, el segundo del cual tiene imagen humana, signo de la naturaleza humana, y divina al mismo tiempo, de Cristo. Cuando trata de penetrar aun más el misterio su intelecto flaquea, pero en un excessus mentis[1] su alma es tomada por la iluminación, la armonía que se da la visión de Dios, en el canto XXXIII (145), del amor que mueve el sol y las otras estrellas (L'amor che move el sole e l'altre stelle).

Definición paraiso :

  1. m. Lugar donde,según la Biblia,vivieron Adán y Eva.
    ♦ Se escribe con mayúscula.
  2. Lugar donde se goza de la presencia de Dios,y,por tanto,al que aspiran a llegar los cristianos tras la muerte.
    ♦ Se escribe con mayúscula.
  3. Lugar muy hermoso y agradable:
    este parque es un paraíso.
  4. Lugar idóneo para el ejercicio de una actividad:
    paraíso fiscal;
    esa sierra es el paraíso del esquí.
  5. Conjunto de asientos del piso más alto de algunos teatros:
    la entradas de paraíso son más baratas.

El paraiso

Con este tercer tomo, Dante concluye su obra monumental, poema sacro que refleja todo el saber de su tiempo así como las creencias medievales del mundo espiritual. El Paraíso hubo de ser compuesto en los últimos años de la vida del poeta. La fecha tentativa más tardía es la de 1321, año en que muere Dante, pero posiblemente sea anterior.
En el Paraíso, el personaje de Dante se despide del poeta Virgilio, quien ha sido su guía a lo largo del Infierno y el Purgatorio. Virgilio, hombre pagano si bien virtuoso, no puede acceder al Paraíso. Por ello, la nueva guía de Dante será su amada Beatrice (Beatriz). Este reencuentro con su amada ha sido lo que desde un principio mueve al poeta a atravesar el infierno y el purgatorio. Así como Virgilio representaba la sabiduría y la poesía, Beatrice simboliza la teología.
El Paraíso está, al igual que el Infierno y el Purgatorio, representado en una serie de círculos. Cada círculo es un cielo, la órbita de un planeta, según el saber de la época, y en lo más alto se halla la Ciudad de Dios, con el Creador en toda su gloria. El Paraíso tiene la forma de una rosa, y las almas ocupan un pétalo. En cada cielo se hallan los santos que se han destacado por una determinada virtud. A medida que avanzan, Beatrice va explicando a Dante el significado de cada virtud. Al igual que sucediera con el Infierno y el Purgatorio, Dante coloca en el Paraíso a ciertos personajes famosos, como por ejemplo Santo Tomás de Aquino, San Pedro o la Virgen María.
El final del poema, en el Canto XXXIII, muestra a Dante en la contemplación de Dios en el centro de su Ciudad sagrada. La vista le resulta sobrecogedora, se desmaya y despierta. Dante llamó Comedia a su obra, debido al final feliz con el cual el poema se cierra, el triunfo de los ángeles y los bienaventurados.


lunes, 18 de octubre de 2010

"Divina Comedia": ensayo

Podría uno preguntarse si es necesaria un introducción al Paraíso de la Comedia dantesca, cuando el mismo Dante, en su epístola al Gran Canciller expuso el sentido y la interpretación que debe darse a su magna obra, y lo hizo magníficamente con el señorío de su segura escritura, extendiéndose en esos largos períodos, largos para la brevedad y nerviosidad de nuestro tiempo, pero en los que, con la maestría que da la claridad de las ideas y la precisión expresiva de su genio, vuelca la estructura en la que concibió la obra y, en particular, el Paraíso, que es el regalo que está ofreciendo al Gran Can. Es una de las más bellas cartas que ha escrito, posiblemente debido al aprecio que le merecía el Canciller, y también a la gravedad del asunto. Se recomienda al lector recorrer esas epistolares páginas y, a la vez que se informa, disfrutar, con la tranquilidad de ánimo y con el tiempo que requiere, de esa estupenda prosa de Dante.

Pero sin embargo, es tan amplio el universo de la Comedia, que quedan muchísimos otros temas que, por cierto, no trató Dante en su carta, la cual, en realidad, no está escrita sino para ell Canciller, a quien quiere agradar con su presente.

El Paraíso es un canto a la felicidad de quienes, luego de haber destruido en sí mismos las miserias y las mentiras del Infierno, luego de haberse ejercitado a fondo en el ejercicio de las virtudes y logrado el ingreso al reino, gozan ahora de la felicidad que Dante asigna a los virtuosos: tanto en el Banquete como en la Comedia Dante afirma que el virtuoso, cuanto más virtuoso es, más feliz es, y aquí en el Paraíso dirá que la felicidad, que el virtuoso ve crecer en su vida, es el signo que tiene para conocer que progresa en virtud. Por donde virtud y felicidad son materia de proposiciones "reversibles", una produce a la otra, y la otra es medida de la primera, como si fueran lo mismo.

Pero ¿cómo se puede deleitar y captar la atención del lector con la descripción de todos los aspectos de la dicha? Nos atrae y conmueve por un lado el dolor y el fracaso de los perversos con el feroz relato que de ellos muestra la Comedia. También nos conmueve la lucha de los héroes del Purgatorio que voluntariamente se someten a trabajos dignos de un Hércules. Pero aquí no tenemos sombras porque todo es luz y no hay lugar para el drama, y por tanto es casi imposible conmover. Dante conoce la dificultad a superar y lo prueba lo extenso de la invocación con que arranca el Paraíso, que es la más devota dirigida a los dioses de la palabra y la más humilde de todos los cánticos. Igualmente en la literatura posterior y en la actual se citan frecuentemente los personajes del Infierno, siendo los preferidos el conde Ugolino y el arzobispo Ruggieri del espantoso drama del canto XXIII, pero poco se cita a los del Purgatorio, y mucho menos a los relatos del Paraíso que están prácticamente ausentes.

Dante acude a su mejor herramienta que es la belleza, fiel al dogma griego y platónico de que belleza, bien y verdad van siempre juntos y no pueden coexistir uno sin el otro: ¿no están estos tres conceptos claramente delineados en aquel soneto de la Vita Nuova que es como la declaración de principios de los poetas Fieles de Amor?

AMOR Y CORAZÓN GENTIL SON UNA MISMA COSA,
como el sabio en su dictamen pone,
y así no puede ser el uno sin el otro
como sin razón el alma racional.
Hízolos natura cuando es amorosa,
Amor por señor y el corazón por su morada,
dentro de la cual durmiendo reposa
a veces breve otras larga demora.

Muéstrase luego belleza en sabia dama
que a los ojos place tanto, que dentro del alma
nace un deseo de la cosa placentera;
y talmente tanto dura en él
que a despertar fuerza al espíritu de Amor.
Y lo mismo obra en mujer hombre valiente.

Así también en el Paraíso recorre a "la cosa placentera" para despertar el "espíritu de amor" de sus lectores. Bien se nota en la difíciles tarea que nos deja a los traductores por la abundancia de imágenes y figuras literarias de que hace frecuente gala Dante en este Cántico.

  1. El viaje por los bellos planetas del Cielo tolemaico, la circulación de los fantásticos cielos, los cánticos, los ángeles, tronos y dominaciones del Cielo de las Estrellas, la recapitulación del todo en la rosacruciana Rosa Sempiterna, el fuego del amor del Cielo Empíreo, la devota y magnífica oración a la Virgen del piadoso san Bernardo, el encuentro final con el punto máximo de luz y posterior violento desgarro donde sí se insinúa la única tristeza de regresar a este mundo, el Amor que "mueve el Sol y las demás Estrellas", todos temas y figuras recurrentes del alma dantesca que al sincero lector, a través de los cantos, van atrapando en un torbellino de alegría y placer insuperables y casi inacabables. Al cierre del último canto, queda en nosotros el sabor de la felicidad que implican la honestidad, la gentileza, la generosidad, el desprendimiento, la sinceridad, la fraternidad, la liberación y la libertad, y, así, por entre las generosas palabras del Poeta, una dulce sensación de paz profunda vibra en nosotros como desmesurada dádiva de nuestro amigo Dante Alighieri.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Analizando la obra


Obra Mayor



Escrito en conmemoración de la muerte de Beatriz, la nueva vida refleja primer esfuerzo de Dante le describen como un modelo abstracto del amor y la belleza. En esta colección de canzoni temprano, Dante utiliza un enfoque innovador y refrescante, o stil nuovo, en la poesía de amor que iguala la experiencia de amor con una divina revelación espiritual y mística. Il Convivo (El Banquete), es otra colección de canzoni, acompañado por comentario en prosa extensa, que desarrolla poeta utiliza el del nuovo stil. Una América vías sin terminar, De vulgari Eloquentia (La elocuencia de la lengua vernácula) es una discusión teórica sobre el origen de los dialectos italianos y el lenguaje literario y examina cómo se relacionan con la composición de la poesía vernácula, y De Monarchia (en monarquía), un tratado en latín, presenta el poeta de la filosofía política cristiana Paraíso. Divino La Comedia de Dante imaginó describe el viaje por el infierno y el purgatorio para. El Infierno, la popular y ampliamente sección estudiada la mayor parte de La Divina Comedia, narra las experiencias de Dante en el infierno con el poeta romano Virgilio, su mentor y protector.Construido como un gran embudo con nueve descendente salientes circulares, el Infierno de Dante cuenta con una vasta, meticulosamente organizada cámara de tortura en el que los pecadores, cuidadosamente clasificados de acuerdo a la naturaleza de sus pecados, sufren castigos horribles, a menudo representado con la atención a los detalles macabros. Los que reconocer y repudiar sus pecados se les da la oportunidad de alcanzar el Paraíso a través del arduo proceso de purificación, que continúa en el Purgatorio. Un cambio de la razón humana a la revelación divina se lleva a cabo en el purgatorio, un lugar donde los penitentes a la espera de el último viaje al Paraíso continuamente reafirmar su fe y expiar los pecados que cometieron en la tierra. Un sentimiento de amor fraternal, la modestia y la nostalgia de Dios prevalece en el Purgatorio. A pesar de Virgilio en el Infierno, un símbolo de la razón humana, ayuda a entender el pecado de Dante, en el Purgatorio el poeta necesita un guía más poderoso que representa la fe: Beatrice. Por último, el Paradiso, manifiesta el proceso de regeneración espiritual y de purificación necesario para encontrar a Dios, que premia al poeta con el conocimiento perfecto.


Recepción de la crítica

A pesar de la Divina Comedia de Dante causado una sensación inmediata durante su vida, su fama decayó durante el Renacimiento italiano, sólo para ser revivido en el siglo XIX y, sobre todo, del XX. Muchos estudiosos han examinado la unidad estructural del poema, examinar la relación entre el simbolismo y la alegoría medieval en las distintas partes del poema y la exploración de la estrategia de Dante narrativa. Otros se han maravillado de la riqueza parece inagotable formal y semántica del texto poético de Dante. Con su enigmática varias capas de complejidad filosófica y filológica, La Divina Comedia ha recibido especial atención por los críticos, teóricos literarios, lingüistas y filósofos, que han apreciado la obra inmortal, precisamente porque traduce la dura verdad sobre la condición humana en la poesía de una belleza intemporal . La nueva vida desde hace mucho tiempo disfrutaba de la gloria reflejada de La Divina Comedia. La crítica ha sido casi siempre positiva, pero un erudito ha ocasionales excepción a su sensibilidad, encontrando en él una imaginación sobreexcitada y sensibilidad impropia de un gran poeta. Muchos comentaristas han propuesto que Beatriz es un símbolo, a pesar de que no hay consenso. La historia de amor de Dante por su a menudo se toma como una alegoría, sobre todo por los críticos de leer el libro a la luz de sus últimos trabajos.

Información biográfica y de la obra

Dante 1265-1321

(Nombre completo de Dante Alighieri), poeta italiano, prosista y filósofo.

INTRODUCCIÓN

Considerado como uno de los mejores poetas que Italia ha producido jamás, Dante también se celebra como una gran influencia en la cultura occidental. . Su obra maestra, La Divina Comedia (La Divina Comedia) es universalmente conocido como uno de los grandes poemas de la literatura universal. La Divina Comedia se presenta un panorama enciclopédico de las costumbres, actitudes, creencias, filosofías, como piraciones, y los aspectos materiales del mundo medieval. . Más de una summa de la vida medieval, sin embargo, el poema de Dante es una obra magnífica de la ficción con la conmovedora episodios dramáticos y personajes inolvidables.

El verso de Dante colección titulada Vita Nuova (La Vida Nueva), aunque no de la talla de La Divina Comedia, es bien conocido por su exaltación de Beatriz, una figura idealizada que inspiró la poesía de amor impregnada de un matiz religioso ferviente.

Información biográfica

Dante nació en Florencia en 1265. Poco se sabe de su educación temprana, pero los estudiosos suponen que recibió instrucción formal en la gramática, el lenguaje y filosofía en una de las escuelas franciscanas de la ciudad. . A la edad de nueve años, supuestamente vislumbrado Beatriz, una niña de ocho años, y ese encuentro iba a afectar su vida dramáticamente. . Impresionado por su belleza, se enamoró. . Nueve años más tarde volvió a verla, y cuando ella lo saludó, su amor fue confirmada. (Si Beatriz realmente existió y si sus asuntos existencia de hecho han sido temas de debate;. Es generalmente identificado como Beatrice Portinari) Durante su adolescencia, Dante demostrado un gran interés en la literatura y llevó a cabo un aprendizaje con Brunetto Latini, un poeta famoso y prosista de la lengua vernácula italiana, que amplió el conocimiento de Dante de la literatura y la retórica. , Dante se hizo amigo de Guido Cavalcanti, y el poeta Dante ayudó a perfeccionar sus habilidades literarias. En 1283 Dante heredó una fortuna de la familia modesta de sus padres, ambos de los cuales murieron durante su infancia, pero se encargó de organizar de antemano su matrimonio con Gemma Donati en 1285. En 1287 Dante matriculados en la Universidad de Bolonia, pero por 1289 se alistó en el ejército florentino y participó en la Batalla de Campaidino.

La muerte de Beatriz Portinari en 1290 resultó ser un punto de inflexión en la vida de Dante, en última instancia, inspirando su devoción cristiana y la poesía, sobre todo como la mujer ideal que lo lleva a la redención en La Divina Comedia. Afligido por el dolor

Se comprometió al estudio de las obras filosóficas de Boecio, Cicerón y Aristóteles, y escribió poesía con seriedad, estableciendo su propia voz poética en canzoni innovadoras, o poemas líricos.

Dante también se convirtió cada vez más activo en la peligrosa política florentina, alineándose con los güelfos blancos. Los güelfos Negro, con el apoyo de las fuerzas papales, dieron un golpe en 1301 y se establecieron como gobernantes absolutos. Los blancos prominentes, entre ellos Dante, fueron despojados de sus posesiones y expulsados de la ciudad. Dante no regresó, el gasto en sus últimos años en Verona y luego en Rávena, donde murió en 1321.

Dante 1265-1321

http://translate.google.cl/translate?hl=es&langpair=en|es&u=http://www.enotes.com/poetry-criticism/dante

ensayo sobre la;" Divina Comedia "

Por: Javier Hernández

Cuando comienzo a estudiar la filosofía antigua habían obras que, a pesar de no ser estrictamente filosóficas, abrían todo un panorama para que ella se de. Obras como La Iliada, La Odisea, La Eneida, sintetizan de alguna manera la cultura de sus pueblos y de otra manera dan las bases de la cultura venidera. Enfocando, pues, la filosofía como parte de la cultura es indispensable estudiarla en su paralelo con las obras clásicas de la literatura. La obra literaria es como la llave mágica para comprender una época.

Percatándome de la importancia de tales obras, me apresuré a leerlas completamente y no sólo conocerlas de oídas. Así pues inicio mi comentario sobre la Divina Comedia teniendo en cuenta esto: que parte de lo filosófico asumiendo, comprendiendo, aprehendiendo lo literario para remontarse otra vez a lo filosófico.

Lo primero que noté en la obra es el nuevo camino abierto para el cristianismo, una ventana hacia la subjetividad personal que se da como producto de un desgarramiento interno. En primer plano aparece la angustia de una vida sin rumbo, sin salvación, a merced de las fieras. Esto nos revela que la cristiandad nos saca de la subjetividad pagana para llevarnos a la suya, en un proceso de acrecentar más el sufrimiento y el dolor en el mundo, para poner luego e inmediatamente el paliativo. Esta constatación de la miseria humana, que hace del mundo un valle de lágrimas, está mejor e insuperablemente mostrada en los cantos relativos al infierno. Es de pesadilla las descripciones que allí se hace, se pasa por tormento y tormento hacia otros peores. Unamuno nos cuenta que de niño no temía a tales tormentos, más le temía al hecho de no ‘ser’; pero en el infierno el ‘ser’ de los allí castigados se reduce, se empequeñece y se humilla hasta sólo ser para el castigo, para el dolor, el ‘ser’ se hace minúsculo, casi nada. Vivo, cierto, pero para un tormento que no tendrá fin jamás. Este infierno tan universal y plural que recibe desde Papas hasta delincuentes está compuesto de una serie de mitologías, griegas, romanas, judías y cristianas; es un verdadero mosaico, es una síntesis de las zonas más oscuras y horrorosas que las diversas culturas imaginaron y que el florentino sabe conjugar y expresar.

El objetivo de Dante es recorrer todas las esferas, junto al purgatorio e infierno, para arrepentirse de su vida alejada del camino recto, para salvarse. Según se puede inferir, Dante se aparta del camino cuando Beatriz muere y deja de irradiar luz para el poeta; hay hermosas palabras que realmente conmueven en el recuentro entre el afligido Dante y su amada en la cima del monte del purgatorio. El purgatorio es solo un punto de engranaje, lugar necesario para la purificación de los que se arrepienten en el último momento. Esbozado con trazos maestros; pero aún sigue siendo imborrable la imagen del infierno, hace falta otras maravillas para sanar el alma de tal espanto.

Me imagino que canto del paraíso habrá sido el de mayor fama y el más celebrado en la Edad Media. Apuesto que para el hombre del medioevo leer tales líneas habrá sido como la concretización de la iconografía estética y estilística de sus más anheladas esperanzas ultraterrenas. Lo más propio y auténtico de Dante, y de lo que puede llamarse medioevo y cultura cristiana, se encuentran en los cánticos del paraíso. Allí se respira el espíritu de convicción y firmeza con que el hombre vive su fe, a diferencia de la prédica vacua e indiferente de los curas. Los puntos más sublimes del canto al paraíso rozan, alcanzan un sentimiento místico; late con intensidad ese anhelo de fundirse con lo absoluto. Cuando se ve el río de oro salpicado con diamantes, cuando el poeta se olvida de sí en la contemplación de la belleza radiante de Beatriz, cuando por obra de un amor divino el poeta puede por algunos segundos al menos contemplar la esencia divina y luego caer exhausto.

Pero ahora bien, leer la Divina Comedia en pleno siglo XXI, despojado y teniendo otros marcos que el de la época, me lleva a decir que el aterrador pasaje del infierno no ha sido curado por las bellas figuras del paraíso. Es decir, que para nuestro tiempo la creencia y esperanza en un mundo de ultratumba, en un mundo poblado de espíritus puros y criaturas celestiales es una mentira piadosa, cuando en muchos casos una gran mentira. Ya no todos aceptan la imagen del paraíso. “Oh, florentinos cuantos cambios y revoluciones ha habido en el mundo, trashumantes las ideas de los hombres han mudado sin cesar, nuevas concepciones llenan sus cabezas y ellos piensan que son más verdaderas, más convenientes, piensan que progresan”.

El mérito inmortal de Dante es haber puesto ante los ojos de todos lo tiempos la miseria humana, que algo tiene que nos conmueve y aterra aún en nuestros días. Ilustrados los males y vicios, en el rincón más oscuro del infierno los traidores se confunden en la boca del gran Rebelde; ser rebelde, buscar la revolución es de verdad el más grande pecado, querer invertir las Tablas es lo imperdonable. Lo que de manera natural y a la vez sorprendente concluimos de la Divina Comedia es que el Infierno es la vida misma. Hay en esta obra una estructura de permanencia (infierno) y de temporalidad, caducidad, pasajera, histórica (purgatorio, paraíso). El dolor, el sufrimiento, la angustia, la desesperación es lo permanente de la vida, y en el fondo es la vida misma.

El infierno retrata al hombre caído, al hombre que no tiene esperanza, el que no ve ya ninguna mentira piadosa para su existencia más llevadera. Así sería el hombre, desesperado como el alma que furiosa devora a su enemigo en un estanque del infierno, alma hambrienta, furiosa que murió viendo morir de hambre a su familia; así muere el hombre, en un hambre insaciable por no saber el por qué y el sentido de su existencia. Y es que en la Edad Media el por qué y el para qué del infierno se contestaban por la presencia de Dios, del paraíso, de la esperanza. Ahora todo ello se ha destruido, el hombre moderno lo0 ha sustituido por la presencia de ideales cada vez más artificiales e inventados. El hombre consumista, producto del sistema capitalista, es peor y más degenerado que cualquiera de los engendros malditos que habita en el infierno.

Así pues el purgatorio sería un sueño ligero que no logra apartarse de la vigilia, el paraíso sería el sueño profundo en el que cae el hombre fatigado. Las imágenes que Dante construye luego del aterrador infierno, solo eso, sueños, bellas figuras; como también lo hacían los griegos para hacer de la vida algo pleno y con sentido. Pero el sueño es pasajero e inconstante, cada noche soñamos cosas diferentes, nuestra mente maquina argucias nuevas. Si hay algo que puede ser llamado lo real, Dante lo capta en lenguaje literario, es decir, en su lenguaje, en su fluidez y vida, diferente tal vez a la construcción de las abstracciones de un filósofo. La obra de Dante corre pareja y hermanada con la de Santo Tomás de Aquino, ambos genios gemelos, de donde se recogen resonancias de Aristóteles, pero teniendo como receptáculo el espíritu platónico de la Edad Media.

Pero hay un elemento en la Divina Comedia que puede valer o al menos intentar dar el sentido a la vida. Me refiero a lo místico, al sentimiento de unión y pertenencia inmediata a lo absoluto. ¡Ay, cuán pálido y demacrado se veía el espíritu místico!, descarnado y enfermo, demasiado descolorido y falto de vida. Creo que es cierto lo que dice Nieszche sobre el cristianismo, es una degeneración de la vida, de los valores, del hombre trágico; pero esto habría que examinarlo con cuidado, quitando la rabia personal con la que Nieszche lo ataca. Por lo demás es cierto, la salvación, la plenitud, la luz solo se dan en un hombre resignado y vencido, en un hombre contrariado, en un hombre que niega sus instintos más naturales hasta hacerlos monstruos y pecados, ¡Oh, que abominable imagen tiene de sí! Que inauténtico y enajenado de su ser natural. El místico cristiano es el asceta, el hambriento y penitente, el negador de la vida, conciente o inconsciente, tiene una imagen abstracta, etérea, moribunda, mórbida, agónica; es una mística que apuesta por esperanzas ultraterrenas, creo que allí está su error.

Que diferencia esta mística individual y flemática de la de los tiempos griegos, llena de fuerza, gozo y alegría. El paraíso comparado con las fiestas dionisíacas, es un letargo eterno de aburrimiento. A pesar de que la mística fue una entrega casi de contrabando de la edad antigua (Dionisio Aeropagita) está no pudo sino absorber el ambiente en el cual se formaba. La mística cristiana nace de una negación de la vida, lo que necesitamos es una mística que venga de su aceptación. Yo estoy convencido de que hay que trabajar y profundizar más en la noción de mística, pues es urgente la tarea de recuperar el sentido, la plenitud, lo sagrado de la vida, para ello creo que es necesario una vuelta a la espiritualidad antigua, el como llegaron al equilibrio y a estar sanos. Dante nos muestra todo por así decirlo, el dolor humano que es intemporal y la respuesta cristiana para aliviarlo y remediarlo. Como notan, la lectura de Dante me ha traído un nuevo y apasionante problema, el sentido de la vida para los medievales y como este no logra sostenerse. Y además de ahora en adelante se que en cuales son las palabras eternas, sacras, temibles que están escritas en el pórtico que da la ‘bienvenida’ a la vida:

“Por mí se va a la ciudad del llanto; por mí se va al eterno dolor; por mí se va hacia la raza condenada: la justicia animó a mi sublime arquitecto; me hizo la divina potestad, la suprema sabiduría y el primer amor. Antes que yo no hubo nada creado, a excepción de lo inmortal, y yo duro eternamente. ¡Oh, vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza!

Informacion acerca del purgatorio de Dante

Título: La Divina Comedia – Purgatorio
Autor: Dante Alighieri
País: Florencia (actualmente Italia)
Año de publicación: Su composición se calcula entre 1307 y 1308
Idioma original: Dialecto toscano (matriz del italiano contemporáneo)
Título original: Comedia – Purgatorio
Páginas: 448
ISBN: 84-322-3834-1
Web:La obra completa (en el italiano original).



El mayor poema épico de la literatura italiana de todos los tiempos, La Divina Comedia, continúa con este segundo libro, el Purgatorio. Aquí, Dante y su guía –el poeta Virgilio- han abandonado el Infierno y continúan su ascenso en busca de la amada Beatriz. Ascienden entonces por el Purgatorio, representado en forma de montaña, de laderas planas y escalonadas, divididas en círculos simétricos a los que conformaban el Infierno, pero esta vez el camino es en ascenso.
Todos aquellos que están en el Purgatorio también están pagando por los pecados cometidos en vida, pero no se trata tan sólo de un castigo, sino de una purificación de su alma. Aquí también existe el concepto de contrapaso, que tuviera tanto peso en el Infierno de Dante (que el castigo esté directamente relacionado con el pecado cometido). Sin embargo, los pecadores saludan al poeta y a su guía llenos de esperanza: saben que el Purgatorio es un lugar de paso, y aunque deban transcurrir en algunos casos miles de años antes de poder abandonarlo, finalmente su alma será liberada y podrán ascender al Paraíso. A diferencia de los condenados, quienes se encuentran en el Purgatorio solicitan de Dante que al volver a la Tierra rece por ellos, pues de esta manera se les acortan sus penas.
El libro termina con la llegada de Dante al Paraíso (tercer y último tomo de la obra), y la despedida de Virgilio, quien por ser pagano no tiene permiso para acompañarlo más. Este momento ha sido destacado por los críticos como uno de los pasajes más conmovedores de la obra

Dialogo imaginario entre DANTE Y PABLO

P = Pablo el presbiteriano . D = Dante el católico


P: ¡Hey Dante!, ¿Qué es ese disparate sobre el purgatorio que ustedes los católicos enseñan? (dicho con sorna) ¿Acaso no han leído que “estar ausente en el cuerpo es estar presente con el Señor” (2 Corintios 5:8)?

D: En primer lugar, estas malinterpretando ese versículo, San Pablo sólo está diciendo que él preferiría estar presente con Dios, en espíritu, que en su cuerpo en la tierra. En segundo lugar, tu mal interpretación no aplica a aquellos que están condenados al infierno eterno, ya que ellos “no están con el Señor”. En tercer lugar, ¿por qué asumes que estar en el purgatorio no es estar con Dios?

P: Bueno, estoy impresionado, pero aún así, no podrás mostrarme un sólo versículo en la Biblia que se refiera a un estado posterior a la vida terrenal diferente al cielo o al infierno.

D: ¿De verdad?, no me gusta contradecirte (riendo), pero, ¿qué te parece la parábola de Lázaro y el hombre rico (Lucas 16:19-31)? Este es el Sheol judío (Hades griego) ya que ahí están tanto los hombres buenos como los malos. En el Cielo no pueden estar los pecadores (Apocalipsis 21:27) y en el infierno no están los que se salvan.

P: ¡Pero es sólo una parábola!, ¡no puedes fundamentar una doctrina con base en un relato! Tienes que mostrarme algo mejor que eso.

D: Estoy en desacuerdo, Jesús no diría una mentira sobre ningún tema espiritual, ni siquiera a través de una parábola, ya que conduciría a un engaño, además, sabemos que Cristo predicó a los “espíritus encarcelados” (aparentemente condenados) después de Su muerte (1Pedro 3:19-20) y llevó consigo a los justos al Cielo, con Él (Efesios 4:8-10). Esto nos indica un Sheol o Hades dividido, con los justos y los condenados, un tercer lugar o estado, respecto al Cielo e infierno.

P: Bueno… esta bien, me convenciste en este punto, pero nadie pudo ir al Cielo hasta después de la Resurrección de Jesús y, por lo tanto, sólo había dos lugares a donde ir después de la muerte.

D: No, Elías se fue directamente al Cielo (2Reyes 2:11) y la mayoría de los cristianos creen que le pasó lo mismo a Enoc (Génesis 5:24). Entonces, había dos posibilidades para los hombres justos: Sheol o el Cielo, tal como hoy lo entendemos: purgatorio o cielo, como Jesús nos lo insinúa enfáticamente (Mateo 5:25-26, Lucas 12:58-59)

P: Muy bien, pero, ¿con qué otro versículo se relaciona?

D: Bien, San Pablo reconoce las oraciones por los muertos, lo que presupone el purgatorio, el lugar en donde los difuntos pueden ser auxiliados aún.

P: ¡Vamos!, estas delirando, ¿en donde dice eso?

D: En 1Corintios 15:29, San Pablo se refiere a la gente bautizada “por los muertos”. Y aparece pidiendo por el ya fallecido Onesíforo en 2Timoteo 1:16-18

P: ¿Qué entienden cuando se refiere al “bautismo por los muertos”?

D: Creemos que se refiere a los actos penitenciales y oraciones por los muertos. Bautismo es una metáfora frecuente para sufrimiento (Marcos 10:38-39, Lucas 3:16, 12:50) Y San Pablo parece tener en mente a 2Macabeos 12:44, un versículo similar que explícitamente enseña el aprecio a las oraciones por los muertos.

P: Pero eso está en los apócrifos y nosotros no los aceptamos.

D: Lo sé, pero es intrascendente si San Pablo está en realidad refiriéndose a este versículo, y ustedes tienen que interpretarlo de alguna manera, pero aún hay más, Jesús habla acerca de los pecados que serán perdonados en “la otra vida” (Mateo 12:32) y acerca de tres niveles de enjuiciamientos (Mateo 5:22), ambas deben ser referencias al purgatorio. La Escritura frecuentemente menciona “fuego” y expiación, un proceso de limpieza por el cual nos santificamos (Éxodo 19:18; Isaías 4:4, 6:7; Malaquías 3:1-4; 2Corintios 7:1; 1Tesalonicenses 4:3,7; Juan 3:2-3; Hebreos 12:29)

P: Pero, ¿porqué Dios quiere atormentarnos de esa manera?, ¿cuál es el punto?, ¿porqué no simplemente Él nos perdona, ya que Jesús ya cargó con todos nuestros pecados (Isaías 53:4-6)?

D: Dios es santo y perfecto, así como amoroso, y este proceso es simplemente la manera por la cual debemos ser limpiados para estar en Su presencia, además, es mucho más misericordioso permitir a las personas que purguen o expíen sus pecados [sólo veniales, los mortales no] que perduraron después de su muerte, como un preludio del cielo, que condenarlos al infierno. Cualquiera sea la razón, Dios ha revelado en la Biblia un purgatorio para nosotros, San Pablo habla acerca del “tribunal de Cristo” (1Corintios 3:11-15, 2Corntios 5:10), en donde nuestras obras serán “probadas”, después de lo cual, algunos serán salvados “sólo a través del fuego”. En esencia, esto es precisamente lo que los católicos llaman el purgatorio. ¿Acaso no crees en el “tribunal de Cristo” y que la santidad es un requisito indispensable para ver a Dios (Hebreos 12:14-15, 23; Efesios 5:5)?

P: Por supuesto, pero el Juicio sucede rápidamente.

D: Muy bien, suponiendo que tienes razón, ahora estaríamos discutiendo sólo acerca de la duración, una disputa meramente cuantitativa del castigo. ¿Porqué reparar en detalles si en lo esencial ya se estaría de acuerdo?

P: Si, pero nosotros no creemos que este juicio duraría cientos de años, con la consecuente pérdida de la esperanza debido a los sufrimientos.

D: Nadie sabe cuánto “tiempo” toma este proceso para cada quien, San Pablo no nos señala nada al respecto, pero a pesar de todo ese sufrimiento de las almas, saben que eventualmente irán al cielo, el Purgatorio es el vestíbulo al cielo, no al infierno. Tú crees que será instantáneo, yo pienso que tomará un poco más de tiempo, pero lo importante es que hay un acuerdo en que un proceso de expiación toma lugar.

P: ¡Guau!, nunca lo vi de esa manera, pero si la Biblia enseña esto, no puedo estar en desacuerdo. ¡Gracias Dante!

lunes, 27 de septiembre de 2010

Resumen :"purgatorio "

En esta segunda parte, Dante y Virgilio atraviesan el Purgatorio, una montaña de cumbre plana y laderas escalonadas y redondas, simétricamente al Infierno. En cada escalón se redime un pecado, pero los que lo redimen están contentos porque poseen esperanza. Dante se va purificando de sus pecados en cada nivel porque un ángel en cada uno le va borrando una letra de una escritura que le han puesto encima

El primer canto del Purgatorio.

Esta parte comienza propiamente con la salida Infierno a través de la natural burella. Dante y Virgilio llegan así al hemisferio sur terrestre (que se creía por completo bajo las aguas), donde en medio de las aguas se haya la montaña del Purgatorio, creada con la tierra utilizada para crear el abismo del Infierno, cuando Lucifer fue expulsado del Paraíso tras revelarse contra Dios. Tras salir del túnel llegan a una playa, donde encuentran a Caton el joven, que se desempeña como guardián del Purgatorio. Teniendo que emprender el ascenso de la empinada montaña, que resulta imposible escalar, tanto es empinada, Dante le pregunta a algunas almas cuál es el pasaje más cercano; pertenecen al grupo de los negligentes, los muertos en estado de excomuniòn, que viven en el Anti purgatorio. Un personaje notable de este lugar es Manfredo de Sicilia. Junto a los que por pereza tardaron en arrepentirse, los muertos violentamente y a los principios negligentes, de hecho, esperan el tempo de purificación necesario para poder acceder al Purgatorio propiamente dicho. En la entrada del valle donde se encuentran los principios negligentes, Dante, siguiendo las indicaciones de Virgilio, pide indicaciones a un alma que resulta ser el guardián del valle, un compatriota de Virgilio Sordello, que será su guía hasta la puerta del Purgatorio.

Tras llegar al final del Anti purgatorio, tras un valle florecido, los dos cruzan la puerta del Purgatorio, que se custodia un ángel con una espada de fuego, que parece tener vida propia. Está precedido por tres jardines, el primero de màrmol blanco, el segundo de una piedra oscura y el tercero y último de pòrfidio rojo. El ángel, sentado en el solio de diamente y apoyando los pies en el escalón rojo, marca siete "p" en la frente de Dante y abre la puerta con dos llaves, una de playa y otra de oro, que San Pedro le dio, y los dos poetas se adentran en el segundo reino.

El Purgatorio se divide en siete cornisas, donde las almas expían sus pecados para purificarse antes de entrar al Paraíso. Al contrario del Infierno, donde los pecados se agravan a medida que se avanza en los círculos, en el Purgatorio la base de la montaña, es decir la cornisa I, alberga a quienes padecen las culpas más graves, mientras que en la cumbre, cerca del Edèn, se encuentran los pecadores menos culpables. Las almas no son castigadas para siempre, ni por una sola culpa, como en el primer reino, pero expían una pena equivalente a los pecados durante la vida.

En la primera cornisa, Dante y Virgilio encuentran a los soberbios, en la segunda a los envidiosos, en la tercera a los iracundos, en la cuarta a los perezosos, en la quinta a los avaros y a los pródigos. En esta encuentran el alma de Cecilio Estacio tras un terremoto y un canto Gloria in excelsis Deo. En vida este personaje fue en exceso pródigo. Tras años de expiación siente el deseo los acompaña hasta la cumbre, a través de la sexta cornisa, donde expían sus culpas los golosos, que lucen delgadísimos, y la séptima, donde se encuentran los lujuriosos, envueltos en llamas. Dante recuerda que Estacio se convirtió gracias Virgilio y a sus obras, en particular la Eneida y las Bucòlicas, que le mostraron la importancia de la fe cristiana y el error de su vicio. En ese sentido, Virgilio lo iluminó permaneciendo él en la oscuridad. Virgilio fue un profeta sin saberlo, pues llevó a Estacio a la fe pero él, pudiendo tan solo entreverla, no pudo salvarse, y deberá habitar hasta la eternidad en el Limbo. En la séptima cornisa, los tres tienen que atravesar un muro de fuego, tras la cual hay una escalera, por la que se entra al Paraíso terrestre. Dante se muestra asustado y es confortado por Virgilio. Allí, donde vivieron Adàn y Eva prima del pecado, Virgilio y Dante tienen que despedirse, porque el poeta latino no es digno de conducirlo en el Paraíso. Pero Beatriz sí.

Aquí Dante se encuentra con Santa matilde, la personificación de la felicidad perfecta, precedente al pecado original, que le muestra los dos ríos, Lete, que hace olvidar los pecados, y Eunoe, que devuelve la memoria del bien realizado, y se ofrece a reunirlo con Beatriz, que pronto llegará. Beatriz le llama severamente la atención a Dante y después le propone verla sin el velo. El poeta, por su parte, busca a su maestro Virgilio, que ya no se encuentra con él. Tras beber las aguas del Lete y del Eunoe, que hacen olvidar las cosas malas y recordar las buenas, el poeta sigue a Beatriz hacia el tercer y último reino, el del Paraíso.