martes, 26 de octubre de 2010

Ensayo sobre la Divina Comedia

Dante inicia su viaje al infierno a la mitad del camino de su vida. El infierno que nos describe esta divido en 9 círculos, los primeros 5 forman el alto infierno y los cuatro últimos forman el infierno inferior, los cuales se van haciendo más pequeños, formando una especie de continuos círculos hacia el centro de la tierra. Dante recorre estos círculos en 24 horas a pesar que parece que estuvo ahí un buen tiempo, en incluso se hace mención, en alguna parte del libro que dura más.

Dante es guiado por su maestro Virgilio, enviado por Beatriz, que le pide el favor a Virgilio de que se convierta en su guía por el paso del infierno, purgatorio y el cielo. Dante se encuentra confundido en un bosque el cual describe como un bosque sin vida, lleno de oscuridad y de suspenso. Aparece pues frente a el una pantera (lujuria), una loba (avaricia) y un león (soberbia y ambición) que le da inicio a su recorrido, ya que aquí aparece su maestro Virgilio y lo ayuda a sobresalir del peligro del bosque.

Aquí es cuando Dante y Virgilio recorren el bosque lleno de pozos, despeñaderos, pantanos y demás. Dante y Virgilio entran al primer círculo del infierno, donde dante observará y nos describirá muchos aspectos y características del mundo infernal.

En el primer círculo, es el Limbo, Aquí Dante conoce y ve a las personas que no están bautizadas, también conoce a muchos filósofos y sabios poetas del mundo antiguo que se encuentran en esta parte del infierno, aquí Dante conoce el Aqueronte (río del infierno), al barquero Caronte, con el cual tienen una pequeña disputa, la cual Virgilio, con su toque de magia, del cual se le reconoce, lo hace calmar, también Virgilio le comenta que ya han sido sacado se ahí el rey David, Noé, Abel y Raquel.

En el segundo círculo predominan los lujuriosos y personas que pecan utilizando el amor para bienes propios. Aquí aparece Minos que era rey de Creta, el cual presidía el infierno, dictaba sentencia a los condenados con los giros de su cola, señalando a que círculo debería de ir, también encuentra a muchos reyes que fueron lujuriosos y a la vez utilizaron el amor para sacar provecho, como Cleopatra.

El tercer círculo esta lleno de soberbios y envidiosos, dice Dante que es el lugar de lluvia eterna, maldita y fría aquí aparece Cerbero que es un pero de tres cabezas las cuales simbolizan a la voracidad insaciable, lo describe con barba grasienta y negra, el cual es calmado por Virgilio, también Dante se topa con Ciacco, el cual dice estar ahí por la insaciable gula, pero dice haber vivido en la ciudad de Dante, Florencia, el cual pide a Dante limpiar su reputación allá arriba y le pide también que busque a algunos amigos que se encuentran todavía más profundo en el infierno.

Aquí en el cuarto circulo Dante se mezcla con avaros y pródigos, lo preside el gran enemigo de la humanidad, el rey de la riqueza, Pluto, entre ellos mismos hay choques y peleas. También aquí aparecen los papas y cardenales que con el dinero de la iglesia se hicieron avaros, se encuentran bajo un manantial de aguas obscuras, pantano.

En el quinto círculo están los orgullosos, los herejes, los libres pensadores y materialistas. Aquí se encuentra la ciudad de plutón rodeada de una laguna de aguas espesas, esta la puerta de la ciudad cerrada por una puerta de hierro. Aquí se encuentra con las feroces Erinias, que buscan cobrar venganza con Dante y Virgilio, evocando a Medusa, para que los convirtiera en piedra.

Durante el sexto círculo Dante observa como los herejes están en sepulcros de fuego como en un tipo de castigo (ya esta en la ciudad de Dite), Dante es informado por Farinata sus infortunios y desdenes que tendrá durante su recorrido, pero Virgilio su maestro estará ahí para guiarlo.

El séptimo círculo esta vigilado por minotauro. Este circulo esta divido en tres círculos llenos de piedra y rodeados por un río inmenso de sangre. Cada uno de estos círculos tiene almas que corresponden a cada uno de ellos por ejemplo los espíritus malditos, que están divididos en tres: violentos - aquellos que pueden violentarse contra Dios, contra otros y contra ellos, injuriosos y usureros (homosexuales), aquí se encuentra el flegotonte donde hierven los violentos y también los centauros, comandados por Quirón, Neso los guía por aquel círculo, donde incluso ven a Atila.

En el octavo círculo se encuentran los fraudulentos. Ahí está Malebolgue (mala bolsa), nombre que Dante utiliza para nombrar este círculo, también se forma por 10 fosas las cuales tiene un determinado tipo de alma en cada una de ellas, ve escenas horrorosas y Dante tiene problemas para pasar por aquí ya que esta a punto de entrar al último círculo (la primera, de los rufianes y los seductores y la segunda, de los aduladores y los cortesanos. Tercera fosa del octavo círculo: Los simoníacos. Cuarta fosa del octavo círculo: Los adivinos, aquí Virgilio explica a Dante el origen de "Mantua". Quinta fosa del octavo círculo: Los que trafican con la Justicia; están sumergidos en pez hirviendo. Los demonios atacan a los poetas, Dante y Virgilio, en el Infierno grotesco. Sexta fosa del octavo círculo: Los hipócritas; soportan capas de plomo dorado. Séptima fosa del octavo círculo: Los ladrones, mordidos por serpientes. Predicciones de Vanni Fucci de Pistoia contra Florencia. Octava fosa del octavo círculo: Los consejeros, hechos llamas. Aquí explican el trágico fin de Ulises. Novena fosa del octavo círculo: Los escandalosos, cismáticos y herejes, acuchillados. Suplicio de Mahoma y otros. Décima fosa del octavo círculo: Los charlatanes y falsarios, cubiertos de lepra)

. Aquí encuentran a Gerión, que es el símbolo del fraude, el cual los ayuda para pasar de aquel círculo. Aquí también tiene el enfrentamiento con los demonios.

En el noveno círculo se encuentran los traidores. En la entrada como dos grandes torres, se encuentran los gigantes Ticio y Tifeo, los cuales lucharon en contra de Júpiter y fueron vencidos. Dante tiene una pelea con Bocca degli Abati, que era un florentino traidor de los güelfos. En él se encuentra el constructor de la torre de babel que impidió al mundo hablar la misma lengua. Dante y Virgilio se topan con lucifer el príncipe de las tinieblas. Éste es el peor de los círculos y el más temeroso ya que se describe a lucifer con medio cuerpo fuera de la superficie glaciar y masticando a Judas. Éste también se divide en 4, que son: Primer recinto del noveno círculo, la caína: Los traidores a sus parientes. Segundo recinto del noveno círculo, la Antenora: Los traidores a su patria. El suplicio por el hielo. Tercer recinto del noveno círculo, la Plotomea: Los traidores a sus amigos y huéspedes. Cuarto recinto del noveno círculo, la Judesca: Los traidores a sus bienhechores. Judas y Lucifer.

Al finalizar, Dante junto con el maestro Virgilio siguen el camino donde ven de nuevo las cosas bellas que muestra el cielo.

video paraiso

AQUI ESTA EL VIDEO QUE PUEDE AYUDARLES PARA TENERLO MAS CLARO

http://www.youtube.com/watch?v=bys2VlWJhvU

resumen:

Libre de todo pecado, Dante puede ascender al Paraíso, lo que hace junto a Beatriz en condiciones que desafían las leyes físicas, encadenando milagros, lo cual es más bien natural dado el lugar en el cual se desarrolla el poema. Dentro del recorrido será de hecho de gran importancia que el nombre de Beatriz signifique "dadora de felicidad" y "beatificadora", pues en esta sección de la Comedia ella releva a Virgilio en la función de guía. En efecto, a través de este personaje, el autor expresa en los treinta y tres cantos de la sección varios razonamientos teológicos y filosóficos de gran sutileza.

Sin embargo, el poeta expresa desde un principio la gran dificultad que significa transmitir el recorrido emocional y físico de trashumanar, es decir ir más allá de las condiciones de la vida terrena. Sin embargo, confía en el apoyo del Espíritu Santo (el buen Apolo) y en el hecho de que pese a sus falencias, su esfuerzo descriptivo será emulado y continuado por otros (canto I, 34). En la introducción del canto II, el autor reitera que para entender las alegorías de la obra es indispensable tener de antemano muy amplios conocimientos en las materias que se van a tratar (II, 1-15).

El Paraíso está compuesto por nueve círculos concéntricos, en cuyo centro se encuentra la tierra. En cada uno de estos cielos, en donde se encuentra cada uno de los planetas, se encuentran los beatos, más cercanos a Dios en función de su grado de beatitud. Pero las almas del Paraíso no están mejor unas que otras, y ninguna desea encontrarse en mejores condiciones que las que le corresponden, pues la caridad no permite desear más que lo que se tiene (II, 70-87). De hecho, a cada alma al nacer Dios le dio cierta cantidad de gracia según criterios insondables, en función de los cuales gozan aquellas de los diferentes grados de beatitud. Antes de llegar al primer cielo el poeta y Beatriz atraviesan la Esfera de fuego.

Canto de la Luna

, se encuentran quienes no cumplieron con sus promesas (Angeli), como la madre de Federico II, Constanza I de Sicilia. En el segundo, el de Mercurio, residen quienes hicieron el bien para obtener gloria y fama, pero no dirigiéndose al bien divino (Arcangeli). En el tercero, de Venus, se encuentran las almas de los "espítitus amantes" (Principati). En el cuarto, del Sol, los "espíritus sabios" (Potestà). En el quinto, de Marte, los "espíritus militantes" de los combatientes por la fe (Virtù). En el sexto, de Júpiter, los "espíritus gobernantes justos" (Dominazioni).

En el séptimo cielo, de Saturno, de los "espíritus contemplativos" (Troni), Beatriz deja de sonreír, como lo había hecho hasta entonces. Desde ese punto en adelante su sonrisa desaparece, pues por la cercanía de Dios su luminosidad resultaría imposible de contemplar. En este último cielo residen los "espíritus contemplativos". Desde allí Beatriz eleva a Dante hasta el cielo del las estrellas fijas, donde no están más repartidos los beatos, sino las "almas triunfantes", que cantan en honor a Cristo y María, a quien Dante alcanza a ver. Desde ese cielo, además, el poeta observa el mundo debajo de sí, los siete planetas, sus movimientos, y la Tierra, muy pequeña e insignificante en comparación con la grandeza de Dios (Cherubini). Antes de continuar Dante debe sostener una especie de "examen" de Fe, Esperanza, Caridad, por parte de tres profesores particulares: San Pedro, Santiago y San Juan. Por lo tanto, después de un último vistazo al planeta, Dante y Beatriz ascendieron al cielo, el Primo Mobile o Cristallino, el cielo más externo, origen del movimiento y del tiempo universal (Serafini).

Canto XXXI. Llegada del protagonista al Empíreo. Por Gustave Doré.

En este lugar, tras levantar la mirada, Dante ve un punto muy luminoso, rodeado por nueve cículos de fuego, girando alrededor de ella; el punto, explica Beatriz, es Dios, y a su alrededor se mueven los nueve coros angelicales, divididos por cantidad de virtud. Superado el último cielo, los dos ascienden a el Empíreo, donde se encuentra la "rosa de los beatos", una estructura en forma de anfiteatro, en el cual, sobre la grada mas alta está la Vírgen María. Aquí, en la inmensa multitud de los beatos, están los más grandes de los santos y las figuras más importantes de la Biblia, como San Agustín, San Benito de Nursia, San Francisco, y también Eva, Raquel, Sara y Rebeca.

Desde aquí Dante observa finalmente la luz de Dios, gracias a la intervención de María a la cual San Bernardo (guía de Dante de la ultima parte del viaje) había pedido ayuda para que Dante pudiese ver a Dios y sostener la visión de lo divino, penetrándola con la mirada hasta que se une con él, y viendo así la perfecta unión de toda la realidad, la explicación de toda la grandeza. En el punto más central de esa gran luz Dante ve tres círculos, las tres personas de la Trinidad, el segundo del cual tiene imagen humana, signo de la naturaleza humana, y divina al mismo tiempo, de Cristo. Cuando trata de penetrar aun más el misterio su intelecto flaquea, pero en un excessus mentis[1] su alma es tomada por la iluminación, la armonía que se da la visión de Dios, en el canto XXXIII (145), del amor que mueve el sol y las otras estrellas (L'amor che move el sole e l'altre stelle).

Definición paraiso :

  1. m. Lugar donde,según la Biblia,vivieron Adán y Eva.
    ♦ Se escribe con mayúscula.
  2. Lugar donde se goza de la presencia de Dios,y,por tanto,al que aspiran a llegar los cristianos tras la muerte.
    ♦ Se escribe con mayúscula.
  3. Lugar muy hermoso y agradable:
    este parque es un paraíso.
  4. Lugar idóneo para el ejercicio de una actividad:
    paraíso fiscal;
    esa sierra es el paraíso del esquí.
  5. Conjunto de asientos del piso más alto de algunos teatros:
    la entradas de paraíso son más baratas.

El paraiso

Con este tercer tomo, Dante concluye su obra monumental, poema sacro que refleja todo el saber de su tiempo así como las creencias medievales del mundo espiritual. El Paraíso hubo de ser compuesto en los últimos años de la vida del poeta. La fecha tentativa más tardía es la de 1321, año en que muere Dante, pero posiblemente sea anterior.
En el Paraíso, el personaje de Dante se despide del poeta Virgilio, quien ha sido su guía a lo largo del Infierno y el Purgatorio. Virgilio, hombre pagano si bien virtuoso, no puede acceder al Paraíso. Por ello, la nueva guía de Dante será su amada Beatrice (Beatriz). Este reencuentro con su amada ha sido lo que desde un principio mueve al poeta a atravesar el infierno y el purgatorio. Así como Virgilio representaba la sabiduría y la poesía, Beatrice simboliza la teología.
El Paraíso está, al igual que el Infierno y el Purgatorio, representado en una serie de círculos. Cada círculo es un cielo, la órbita de un planeta, según el saber de la época, y en lo más alto se halla la Ciudad de Dios, con el Creador en toda su gloria. El Paraíso tiene la forma de una rosa, y las almas ocupan un pétalo. En cada cielo se hallan los santos que se han destacado por una determinada virtud. A medida que avanzan, Beatrice va explicando a Dante el significado de cada virtud. Al igual que sucediera con el Infierno y el Purgatorio, Dante coloca en el Paraíso a ciertos personajes famosos, como por ejemplo Santo Tomás de Aquino, San Pedro o la Virgen María.
El final del poema, en el Canto XXXIII, muestra a Dante en la contemplación de Dios en el centro de su Ciudad sagrada. La vista le resulta sobrecogedora, se desmaya y despierta. Dante llamó Comedia a su obra, debido al final feliz con el cual el poema se cierra, el triunfo de los ángeles y los bienaventurados.


lunes, 18 de octubre de 2010

"Divina Comedia": ensayo

Podría uno preguntarse si es necesaria un introducción al Paraíso de la Comedia dantesca, cuando el mismo Dante, en su epístola al Gran Canciller expuso el sentido y la interpretación que debe darse a su magna obra, y lo hizo magníficamente con el señorío de su segura escritura, extendiéndose en esos largos períodos, largos para la brevedad y nerviosidad de nuestro tiempo, pero en los que, con la maestría que da la claridad de las ideas y la precisión expresiva de su genio, vuelca la estructura en la que concibió la obra y, en particular, el Paraíso, que es el regalo que está ofreciendo al Gran Can. Es una de las más bellas cartas que ha escrito, posiblemente debido al aprecio que le merecía el Canciller, y también a la gravedad del asunto. Se recomienda al lector recorrer esas epistolares páginas y, a la vez que se informa, disfrutar, con la tranquilidad de ánimo y con el tiempo que requiere, de esa estupenda prosa de Dante.

Pero sin embargo, es tan amplio el universo de la Comedia, que quedan muchísimos otros temas que, por cierto, no trató Dante en su carta, la cual, en realidad, no está escrita sino para ell Canciller, a quien quiere agradar con su presente.

El Paraíso es un canto a la felicidad de quienes, luego de haber destruido en sí mismos las miserias y las mentiras del Infierno, luego de haberse ejercitado a fondo en el ejercicio de las virtudes y logrado el ingreso al reino, gozan ahora de la felicidad que Dante asigna a los virtuosos: tanto en el Banquete como en la Comedia Dante afirma que el virtuoso, cuanto más virtuoso es, más feliz es, y aquí en el Paraíso dirá que la felicidad, que el virtuoso ve crecer en su vida, es el signo que tiene para conocer que progresa en virtud. Por donde virtud y felicidad son materia de proposiciones "reversibles", una produce a la otra, y la otra es medida de la primera, como si fueran lo mismo.

Pero ¿cómo se puede deleitar y captar la atención del lector con la descripción de todos los aspectos de la dicha? Nos atrae y conmueve por un lado el dolor y el fracaso de los perversos con el feroz relato que de ellos muestra la Comedia. También nos conmueve la lucha de los héroes del Purgatorio que voluntariamente se someten a trabajos dignos de un Hércules. Pero aquí no tenemos sombras porque todo es luz y no hay lugar para el drama, y por tanto es casi imposible conmover. Dante conoce la dificultad a superar y lo prueba lo extenso de la invocación con que arranca el Paraíso, que es la más devota dirigida a los dioses de la palabra y la más humilde de todos los cánticos. Igualmente en la literatura posterior y en la actual se citan frecuentemente los personajes del Infierno, siendo los preferidos el conde Ugolino y el arzobispo Ruggieri del espantoso drama del canto XXIII, pero poco se cita a los del Purgatorio, y mucho menos a los relatos del Paraíso que están prácticamente ausentes.

Dante acude a su mejor herramienta que es la belleza, fiel al dogma griego y platónico de que belleza, bien y verdad van siempre juntos y no pueden coexistir uno sin el otro: ¿no están estos tres conceptos claramente delineados en aquel soneto de la Vita Nuova que es como la declaración de principios de los poetas Fieles de Amor?

AMOR Y CORAZÓN GENTIL SON UNA MISMA COSA,
como el sabio en su dictamen pone,
y así no puede ser el uno sin el otro
como sin razón el alma racional.
Hízolos natura cuando es amorosa,
Amor por señor y el corazón por su morada,
dentro de la cual durmiendo reposa
a veces breve otras larga demora.

Muéstrase luego belleza en sabia dama
que a los ojos place tanto, que dentro del alma
nace un deseo de la cosa placentera;
y talmente tanto dura en él
que a despertar fuerza al espíritu de Amor.
Y lo mismo obra en mujer hombre valiente.

Así también en el Paraíso recorre a "la cosa placentera" para despertar el "espíritu de amor" de sus lectores. Bien se nota en la difíciles tarea que nos deja a los traductores por la abundancia de imágenes y figuras literarias de que hace frecuente gala Dante en este Cántico.

  1. El viaje por los bellos planetas del Cielo tolemaico, la circulación de los fantásticos cielos, los cánticos, los ángeles, tronos y dominaciones del Cielo de las Estrellas, la recapitulación del todo en la rosacruciana Rosa Sempiterna, el fuego del amor del Cielo Empíreo, la devota y magnífica oración a la Virgen del piadoso san Bernardo, el encuentro final con el punto máximo de luz y posterior violento desgarro donde sí se insinúa la única tristeza de regresar a este mundo, el Amor que "mueve el Sol y las demás Estrellas", todos temas y figuras recurrentes del alma dantesca que al sincero lector, a través de los cantos, van atrapando en un torbellino de alegría y placer insuperables y casi inacabables. Al cierre del último canto, queda en nosotros el sabor de la felicidad que implican la honestidad, la gentileza, la generosidad, el desprendimiento, la sinceridad, la fraternidad, la liberación y la libertad, y, así, por entre las generosas palabras del Poeta, una dulce sensación de paz profunda vibra en nosotros como desmesurada dádiva de nuestro amigo Dante Alighieri.