El papel de virgilio el la obra

Domenico Comparetti nos da una pista sobre las razones por las que Dante eligió a Virgilio y no a otro; uno de los rasgos de Dante que lo aproximarían a Virgilio es el amor patrio y el amor por la verdad intelectual. Todo esto es más sencillo de comprender si asumimos que Dante sentía un afecto especial por la cultura latina: “Toda la gloria latina la siente como gloria italiana”. Este sentimiento, esta especie de idea política utópica que Dante manifestaba se apoyaba en Virgilio. El problema, para el autor romano, fue que su ideal de imperio era muy alto para el imperio romano. Para él el mundo tenía sentido, tenía orden y dignidad y la historia portaba un sentido, algo que nadie antes había afirmado, salvo los profetas hebreos.

El papel, o al menos uno de los papeles, de Virgilio a lo largo de esta comedia es el de recordar a los héroes y los mitos de la poesía antigua. Aunque a Dante le guste interpretar o corregir, según su gusto, los mitos que fueron objeto de los poemas antiguos más famosos, Virgilio los conoce, los interpreta y explica sin ningún problema. Es un representante de esa época antigua y además un gran conocedor de la misma.

Dante puebla de personajes el Más Allá, y todos ellos tienen algo en común: son sombras, están muertos. No obstante lo más extraordinario con respecto a estos personajes es el tratamiento que tiene hacia ellos. A pesar de ser personajes nacidos en los libros, los trata como si fuesen personajes reales. Por ello todos son juzgados con castigo o premio, con Infierno o con Paraíso.

Dejando de lado la larga lista de personajes de la antigüedad que Dante utiliza a lo largo de su obra y el papel que Virgilio juega en este entorno, hay que señalar, aunque sea de forma breve, la imagen que se tenía de Virgilio en la Edad Media.

Virgilio fue aceptado por los cristianos, a diferencia de otros escritores paganos, por su poesía. La palabra poética inspirada significa que quien habla ignora en parte lo que su mensaje va a significar para los demás. Una vez aceptada como profética la Égloga IV virgiliana, se admitió a Virgilio como una lectura apropiada para los cristianos. No debemos pensar que esto es un simple accidente o una curiosidad de la literatura. Virgilio es el lazo de unión entre el mundo antiguo y el mundo que estaba por venir.